El 3 de septiembre, el primer ministro francés, Jean Castex, anunció un plan de recuperación tras la crisis provocada por la pandemia de 100 000 millones de euros (118 000 millones de dólares) para mejorar la sostenibilidad, mantener los niveles de empleo y revitalizar la economía de Francia. A diferencia del plan de recuperación de 130 000 millones de euros de Alemania, que incluía una bajada del impuesto sobre el valor añadido, la estrategia de Francia tiene como principal objetivo impulsar la inversión. Su propósito consiste en aportar beneficios sociales, económicos, medioambientales y culturales a toda la nación y facilitar la expansión de las empresas que se asienten en Francia y la Región Parisina.
¿En qué consiste el plan «Francia Relanza»?
A raíz del impacto del coronavirus en la economía mundial, Francia lanzó un plan de recuperación de 100 000 millones de euros denominado «France Relance» (o Francia Relanza). Este plan, destinado a rescatar la economía del país de la crisis del coronavirus mediante grandes inversiones en energía verde y transporte, así como en innovación industrial, es el primero de este tipo. Con una envergadura y un presupuesto cuatro veces mayor que el plan nacional introducido tras la crisis financiera de 2008, el primer ministro francés, Jean Castex, lo calificó en su discurso de apertura como «histórico» en términos de ambición y dimensión.
«Francia Relanza» es, en efecto, una poderosa herramienta destinada a revitalizar la economía y revolucionar las oportunidades de negocio, facilitando la creación de empresas internacionales.
Tres áreas de gasto y su significado para las empresas
De hecho, esta inyección masiva de capital en la economía equivale al 4 % del PIB de Francia, lo que significa que está destinando «más dinero público en su economía que cualquier otro gran país europeo en relación con el porcentaje del PIB» (France 24, 2020). El objetivo es devolver a Francia a su nivel económico previo a la crisis para el año 2022. El especialista en economía de France 24, Stephen Caroll, explicó cómo el plan de reactivación de Francia difiere del de otros países europeos, ya que tiene como objetivo «mantener el empleo de la gente para que sigan ganando y equilibrando el gasto de los consumidores; el motor más importante de la economía».
1. Competencia empresarial
El estímulo fiscal se divide en tres áreas de gasto; la primera se dedica a «rearmar la industria». Esto significa que habrá una reducción de los impuestos de fabricación, que costará 10 000 millones de euros al año, lo que pretende beneficiar a las pequeñas y medianas empresas. Castex espera que esto reintroduzca la competencia entre las empresas francesas y beneficie a las empresas extranjeras que deseen expandirse en la Región Parisina.
2. Empleo
La segunda área de interés consistirá en abordar el desempleo, en particular entre los jóvenes, las personas con bajos ingresos y las comunidades más vulnerables. Los elementos del plan incluyen un programa de permisos laborales a largo plazo, programas de formación y recompensas financieras para las empresas que contraten jóvenes. Otros 1300 millones de euros se dedicarán a programas específicos para que 300 000 jóvenes se incorporen al mundo laboral.
3. Ecología
El último tramo del plan de estímulo mencionado por Castex se destinará a hacer de Francia un país más respetuoso con el medioambiente. Se destinarán 9000 millones de euros al desarrollo de la industria del hidrógeno y otras tecnologías ecológicas, también promovidas por la Comisión Europea y el gobierno alemán. Se invertirán 4700 millones de euros en ferrocarriles estatales y mejoras en el transporte y, por último, se dedicarán 6700 millones de euros a mejorar el aislamiento de viviendas y edificios públicos. La Región Parisina ha dado un paso más al anunciar, tras su conferencia regional de la COP, nuevos incentivos para ayudar a las empresas a desarrollar soluciones inteligentes y sostenibles para la movilidad.
Innovación y digitalización
A la par que se esfuerza por hacer más competitiva su economía, Francia también ha prestado mucha atención a acelerar su digitalización. Este aspecto se ha traducido en una inversión de 1600 millones de euros en mejoras digitales y 500 000 millones de euros destinados a la provisión de Internet de alta velocidad en toda Francia. Además, se destinarán 35 000 millones de euros a la competitividad y la innovación industrial, incluidos 20 000 millones de euros en impuestos de producción reducidos para las industrias durante dos años. Se invertirán otros 1000 millones de euros para ayudar a la «relocalización» de empresas estratégicas en sectores como la salud y las TI.
¿Qué significa esto en concreto? Que todos los esfuerzos se centran en hacer de Francia, y de la Región Parisina en particular, un lugar de encuentro internacional para las nuevas tecnologías innovadoras y la digitalización.
Perspectivas para las empresas de la Región Parisina
¿Qué significa esto para la economía de Francia y, concretamente, para las empresas que operan en la Región Parisina? Como potencia económica de Francia, la Región Parisina va a ser sin duda una de las principales beneficiarias del plan. Tanto las empresas que actualmente operan en la región, como las que tienen previsto trasladarse allí, experimentarán los efectos positivos del plan gracias a la financiación y el apoyo. Encontrarán una región en la que la competencia, el empleo y la sostenibilidad son prioridades fundamentales. En general, la Región Parisina se sitúa a la vanguardia de la recuperación económica y el cambio medioambiental positivo.