Los centros de investigación médica de la Región Parisina han echado mano de todo su ingenio

El 24 de enero de 2020, el Ministerio de Sanidad francés confirmó los tres primeros casos de pacientes contagiados con el nuevo coronavirus. En apenas tres días, el Instituto Pasteur, responsable de la supervisión de los virus respiratorios en Francia, secuenció todo el genoma del coronavirus recién hallado. Fue una primicia absoluta en Europa.

Sin embargo, el Instituto Pasteur no fue el único que reaccionó tan rápidamente en el campo de la investigación. Desde el inicio del brote, la Alianza Francesa para las Ciencias de la Vida y la Salud (Aviesan) se movilizó para acelerar la investigación sobre la COVID-19 a través de REACTing (de REsearch and ACTion, investigación y acción en nuevas enfermedades infecciosas), un consorcio coordinado por el Inserm (Instituto Nacional Francés de Salud e Investigación Médica) de París. Este consorcio se creó en 2014 para prepararse mejor para futuras epidemias, tras las últimas que el mundo había conocido, como el SARS y la gripe aviar en 2003, la gripe H1N1 en 2009, la chikunguña en 2013 y el Ébola en 2014-2015.

Además, el 11 de marzo, el mismo día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció la nueva pandemia de coronavirus, REACTing decidió financiar 20 proyectos de investigación sobre temas tan diversos como la modelización de la epidemia o la investigación sobre su tratamiento y prevención, así como sobre temas relacionados con las ciencias humanas y sociales como la comunicación en redes sociales, el comportamiento de la población, el confinamiento, etc.

Poner en común y compartir recursos para afrontar la emergencia COVID-19

La Región Parisina ha sido capaz de poner en marcha sus principales motores a través de numerosas acciones. Se está dando una cooperación sin precedentes entre las organizaciones sanitarias públicas y privadas, como demuestra el director general de Ramsay Santé, el primer grupo privado de hospitales francés, que habla de la «excelente cooperación» y del trabajo «en total solidaridad y unidad» con el apoyo de la Agencia Regional de Salud en la Región Parisina (Fuente: periódico francés Les Echos, 31 de marzo).

El 20 de marzo, la Agencia Regional de Salud de la Región Parisina y la startup sanitaria francesa MedGo, con sede en París, presentaron #Renforts-Covid, una interfaz digital que anima a estudiantes y a profesionales activos o jubilados a colaborar con entidades sanitarias. Tan solo seis días después, ya se habían inscrito 8 000 voluntarios (con competencias sanitarias) para ayudar a los sanitarios de la Región Parisina. Al mismo tiempo, la mayor red de hospitales de la Región Parisina, con 39 hospitales conocidos comúnmente como AP-HP, recibió más de 16 000 propuestas de voluntarios (con diversas trayectorias) en menos de 10 días. La convocatoria de voluntarios se dirigía en un principio a estudiantes de escuelas universitarias pero rápidamente se extendió a quienes tuvieran conocimientos de desarrollo informático, ciencia de datos, logística, etc. AP-HP trabaja con Slack, una empresa estadounidense que le dio acceso a su plataforma de comunicación colaborativa para facilitar la gestión de las misiones de voluntariado durante la crisis.

Además, a finales de marzo, la presidenta de la Región Parisina, Valérie Pécresse, hizo un llamamiento a los 15 000 estudiantes de enfermería que actualmente estudian en la Región Parisina para que prestaran ayuda a los distintos centros sanitarios de la región y asignó una partida de fondos a pagarles.

La innovación como catalizador de aplicaciones sanitarias

Innovación en formación

La formación urgente de los sanitarios tuvo que organizarse con la máxima eficiencia en temas como el tratamiento de pacientes con COVID-19 en cuidados intensivos. Incluía formación específica sobre las características de la COVID-19, los cuidados intensivos y la obstetricia en un contexto de COVID-19. Los equipos de AP-HP desarrollaron una plataforma de aprendizaje electrónico en tiempo récord, en colaboración con universidades y CoorpAcademy, una empresa franco-suiza de tecnología educativa con sedes en París y Lausana. Disponible desde el 21 de marzo de 2020, la plataforma ya tenía más de 20 000 usuarios a principios de abril, con consultas en el extranjero (Túnez, Argelia, Bélgica…).

Impresoras 3D para productos sanitarios

Surgieron otras colaboraciones público-privadas en proyectos complejos: por ejemplo, en el lapso de 10 días, el Hospital Cochin AP-HP contaba con una flota de 60 impresoras 3D gracias a la decisiva movilización de medio centenar de médicos, ingenieros, desarrolladores y emprendedores, que fue posible gracias al apoyo del grupo Kering. Este proyecto permitió la producción de dispositivos médicos imprimibles en 3D y su puntual distribución a todos los hospitales de la red AP-HP (pantallas de protección facial, válvulas para respiradores artificiales de emergencia, equipos de intubación, asas, etc.).

En las últimas semanas surgieron muchas otras iniciativas que unieron a agentes clave públicos y privados en la lucha contra la COVID-19. Estas iniciativas son una prueba concreta de la capacidad de la Región Parisina para poner en común y compartir recursos muy rápidamente y en tiempos tan inciertos. Es impresionante ver a una región que fomenta tanto la innovación y genera tanta solidaridad entre la gente.