La Región Parisina a la vanguardia de las finanzas sostenibles

El centro financiero de París se ha convertido en un eje central único en términos de inversión socialmente responsable (ISR) al tener en cuenta sistemáticamente criterios de buen gobierno, éticos y sociales de forma rastreable. De hecho, actualmente está inmersa en el desarrollo de herramientas financieras de vanguardia y medidas reguladoras para promover una transición ecológica socialmente justa, combatir el cambio climático y preservar la biodiversidad.

Cada año, los principales actores del mundo de las finanzas se reúnen en París con motivo del Climate Finance Day para hacer balance de los avances del sector a escala internacional, proponer nuevas ideas innovadoras y comprometerse a desarrollar una financiación más sostenible.  A finales de 2019, en Francia estaban registrados 704 fondos sostenibles, con inversiones sostenibles que representan casi la mitad del total de los activos gestionados en Francia.

Con París como número uno en bonos verdes, hay muchas perspectivas prometedoras en términos de finanzas sostenibles. La volatilidad de los mercados en el primer trimestre de 2020 no ha hecho mella en el interés por los bonos verdes. Con una financiación de 10 000 millones de euros, Société du Grand Paris es el mayor emisor de bonos verdes corporativos de Europa gracias al proyecto Grand Paris Express, que añadirá 200 km de nuevas vías a la red de metro existente. Se espera que este proyecto contribuya en gran medida a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. Además, esta infraestructura fomenta el crecimiento inclusivo y la creación de empleo.

Rumbo a una mayor integración del concepto de RSC

El 13 de mayo de 2020, Finance for Tomorrow impartió un esclarecedor webinario de la mano de Jérôme Verdiell, director de estrategia de abCSR, una empresa tecnológica que proporciona herramientas para medir los criterios extrafinancieros de las pymes, y Philippe Taffin, director de inversiones de Aviva France. El webinario fue revelador en la medida en que los indicadores de calificación extrafinanciera y RSC (responsabilidad social corporativa) generados a partir de los datos contables y fiscales de la empresa brindaban medios para entablar vínculos duraderos con las partes interesadas (clientes, empleados o proveedores). Aviva es un líder mundial en seguros de vida, con unos activos totales de 100 000 millones de euros en Francia y una estrategia de inversión basada en dos pilares: inversión responsable e innovación.

Para los inversores a largo plazo, la RSC es crucial al decidir entre sus opciones de gestión de activos. A los empresarios les conviene poner en marcha un plan de mejora continua de la RSC, diferenciarse en su rendimiento en esta materia y movilizar a su personal en torno a proyectos significativos. Los gestores de activos deben integrar todos los riesgos relacionados con el clima y con los impactos sociales para su personal, su comunidad y el planeta. Hemos observado que, durante la crisis de la COVID-19, las empresas cotizadas con una alta calificación en RSC tenían mejor valoración financieramente.

En la actualidad, al invertir en una pyme, hay que encontrar un equilibrio entre el rendimiento financiero y los informes extrafinancieros. Las herramientas de medición que proporciona la fintech abCSR son cruciales para comparar una empresa con sus homólogas en cuanto a su calidad extrafinanciera. Cada vez que Aviva invierte en una pyme, se analiza su política de RSC para evaluar los riesgos en un momento dado y a largo plazo. Los inversores ya integran la prima de riesgo vinculada al rendimiento extrafinanciero.

Compromisos financieros más sostenibles

Las aseguradoras, los banqueros y los gestores de activos de la Región Parisina pueden ser los impulsores de la transición medioambiental, tanto a través de la innovación en términos de inversión en vehículos como mediante un diálogo proactivo con las empresas y reforzando la política de votación sobre cuestiones medioambientales en las juntas generales. Por ejemplo, AXA estableció el objetivo de alcanzar los 12 000 millones de euros en inversiones verdes para 2020 (bonos verdes, deuda y capital de infraestructura, inversiones de impacto, bienes raíces y préstamos inmobiliarios comerciales). Además, es un actor proactivo en el campo de la inversión de impacto (fondos que tienen intención de generar un impacto social o medioambiental cuantificable y beneficioso además del rendimiento financiero). El grupo presentó recientemente su tercer fondo de impacto, centrado en el clima y la biodiversidad. Por último, AXA ha excluido los seguros de los siguientes sectores: carbón y arenas petrolíferas, armas controvertidas y tabaco.

En general, lo que realmente destaca hoy son las iniciativas para mitigar los impactos de las actividades financieras y garantizar que se integre la dimensión ESG (factores medioambientales, sociales y de buen gobierno) en nuestras políticas y también en el sector financiero. La transición hacia una economía más sostenible y resiliente es un elemento central de la estrategia de reactivación económica post-COVID-19. No cabe duda de que la Región Parisina contribuirá plenamente a la aplicación del Pacto Verde Europeo y de su renovada estrategia de financiación sostenible. El centro financiero de la Región Parisina cuenta ya con todo lo necesario: talento, innovación, infraestructuras y un ecosistema financiero próspero.