En los últimos años se ha dado mucho bombo a la movilidad autónoma. Quizá demasiado… demasiadas campañas de marketing. ¿La movilidad autónoma ha conseguido todo lo que se esperaba de ella?
“París, 30 de julio de 2024
Julia y sus amigos están muy emocionados. ¡En menos de dos horas estarán animando a su amiga Ashley, que compite en la Final Olímpica Femenina de 400 metros Estilo libre! Salen de su hotel en París muy pronto para llegar al Water Park en Saint-Denis, justo enfrente del Estadio de Francia. En la estación de Saint-Lazare cogen la línea de metro automatizada número 14, hasta la última parada: Saint-Denis Pleyel. Una lanzadera autónoma les lleva hasta Water Park junto a otros aficionados. En el vagón, una gran pantalla proyecta imágenes de una competición de natación. En total, un viaje de 30 minutos y 2,50 euros: Increíble, piensa Julia…“
La industria ha hecho un gran salto y enormes avances tecnológicamente hablando, con una mejora de la seguridad tanto para pasajeros como para usuarios de la vía pública, pero aún queda mucho trabajo por hacer. Las compañías obtienen enormes beneficios de su inversión en I+D en movilidad autónoma y conectada, sobre todo en la Región Isla de Francia (ver nuestra publicación anterior).
Las pruebas piloto de vehículos sin conductor no dejan de crecer por todo el mundo. Todo esto es muy positivo, pero ha llegado el momento de iniciar las operaciones comerciales. Es la parte más difícil, con muchas preguntas sin respuesta, y la más importante: ¿Qué modelo de negocio se debe adoptar?
La Región Isla de Francia es un terreno fértil para iniciar o expandir un negocio de movilidad autónoma. Cada día, un total de 12 millones de habitantes realiza 40 millones de viajes atravesando una extensa variedad de entornos urbanos y rurales, convirtiendo la Región Isla de Francia en un lugar idóneo para el ejercicio comercial. Para situarnos:
- El interior de París tiene la mayor densidad de población de Europa, una excelente red de transporte público y un bajo índice de propiedad de vehículo (alrededor del 35-40%).
- Los alrededores de la ciudad presumen de una cada vez más amplia red de transporte público y mayores índices de propiedad de vehículo, pero sigue mostrando una situación de movilidad muy heterogénea.
- Las zonas rurales están conectadas con trenes regionales y líneas de autobuses que permiten superar las distancias, aunque el coche sigue siendo esencial.
Dicho de otro modo, la Región Isla de Francia ofrece oportunidades y escenarios de negocio en toda la cadena de valor de la movilidad autónoma, todo ello en un único mercado geográfico. Además, las autoridades ofrecen grandes ayudas, como los 100 millones de euros que invirtió el gobierno regional para modernizar la infraestructura de carreteras y facilitar el uso masivo de vehículos autónomos y conectados. Las empresas tendrán excelentes condiciones para iniciar sus operaciones comerciales en la región.
Por otro lado, en julio de 2024 la antorcha olímpica llegará a París. Atletas, aficionados y medios de comunicación se reunirán en la Región Isla de Francia para disfrutar de los Juegos Olímpicos de Verano y los Juegos Paralímpicos, además de casi la mitad de la población total mundial que, como mínimo, será espectadora de un minuto de estos Juegos Olímpicos. Todas estas personas tendrán que viajar… quién sabe dónde habrá llegado la movilidad autónoma en 5 años.
¿Nos ayuda a crear este futuro?